30.10.08

regreso, salgo de la ultratumba que significa levantar un proyecto en tiempos de crisis. ¿como pedirle mas a los que trabajan por poco?

19.10.08

..:: judgement ::..

18.10.08

¿y si gana obama? ¿si el sueño se transforma en el poder y el poder lo devora? anyway, yes he can. yes, "that one"

13.10.08

Como se debe, este lunes lo empiezo cuesta arriba. Un purgatorio de teclados, cifras, gente irresponsable o idiota o ambas, café quemado, cierres editoriales, estadísticas de visitas web, juntas, juntas, juntas....

Amanecí con un tremendo dolor de espalda: en mi sueño, era un domador, y en pleno acto circense un tigre me caía con todo su peso, me rompía la cadera y me llevaban de urgencia a un hospital en Rusia, creo, donde una enfermera me anestesiaba con una epidural. Nada que un poco de pomada del tigre no solucione.

9.10.08

Hay un blog que frecuentaba y cuya autora no postea hace meses: ¿se habrá mudado, estará harta de escribir, seguirá viva? ¿Qué pasa con los blogs de los muertos o los que se abandonan a la vida?
Hay, hoy, dos cosas que sé de cierto: que la salida del Metro Polanco es el lugar en la tierra con más personajes wesandersonianos por metro cuadrado, y que jamás sabré por qué lógica natural los perros orinan en las esquinas.

2.10.08

Termino, bastante perturbado, de ver Funny Games US (Juegos sádicos). Perturbado, sí, por la trama de la película, pero más por un fenómeno que he visto repetirse en varias ocasiones en las salas de nuestro país, y en ningún otro. Ante situaciones de violencia o humillación extremas en la pantalla, la gente ríe, el espectador se divierte. En esta película de Haneke, dos sicópatas obligan a una mujer a desnudarse mientras le ponen una funda de almohada a su hijo en la cara y su esposo yace en el sillón con la rodilla rota, sangrante. Y la gente ríe. Me dio casi tanto asco como los actos de los sicópatas en la pantalla. Recuerdo que cuando fui a ver Magdalene Sisters me indigné cuando en la escena en que la madre superiora desnuda a las internas y se burla de sus cuerpos, de la flacidez, del vello púbico, el público se reía. Se divertía, incluso. Aquello era una violación en más de un sentido y ahí estaba el espectador, comiendo palomitas y riendo. Lo mismo que en Funny Games US.

¿Por qué ríen? ¿Qué dirán cuando ven las noticias, los decapitados, los secuestros, los litros de leche letalmente adulterada?

Que alquien me explique, por favor.