5.5.09
Desperté pensando en una viejecilla –o alguien haciéndose pasar por una viejecilla– que, desde el portón de una vieja casona tropical, me saludaba mientras yo pataleaba y braceaba con todas mis fuerzas, trepado en una ola. Ignoro qué signifique el sueño: detesto las interpretaciones. Pero la viejecilla se parecía a estas dos personas haciéndose pasar por viejecillas.
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