30.8.08
18.8.08
..:: leatherheads/in the valley of elah: cine a contracorriente ::..
Hace ya varios fines de semana que G y yo no podíamos estar solos y sin nada qué hacer. Entre bodas, visitas en casa, viajes planeados o inesperados y la ya eterna remodelación de nuestro departamento, eso de dominguear no se nos había presentado hace dos, tres meses. Fuimos a Blockbuster y rentamos, medio dudosos, dos películas: Juego Sucio (Leatherheads) de George Clooney y En el valle de las sombras (In the Valley of Elah) de Paul Haggis. La primera se fue directo a DVD y fue recibida tibiamente en EUA; la segunda es dirigida por Paul Haggis, cuya ópera prima, Crash, es a mi parecer de las películas más sobrevaloradas de la historia. Pero qué buenas sorpresas: ninguna es algo nuevo o revolucionario, pero tienen un regusto a otra época, a ya visto, incluso. Esto no es necesariamente malo. Leatherheads narra los albores de la NFL, pero sabemos que en manos de un director tan diestro como Clooney -cuya obra, en éste su tercer filme, profundiza en los derroteros de la celebridad-, el filme será todo menos aburrido. Los ambientes recuerdad al Oh, Brother, Where Art Thou? de los Coen y los diálogos y situaciones al mejor cine de Capra, en especial a It Happened One Night (la escena del tren entre Clooney y Zellweger, eco de Gable y Colbert). Los personajes hablan rápido, como máquina de escribir en redacción de periódico viejo, y fuman puro y beben whisky a las 10 de la mañana. Clooney sigue demostrando talento, aunque, se acepta, este filme esté fuera de tiempo: es inocente, inteligente y entretenido. Nada más alejado que la corriente erótica y violenta sobre la que nada el Hollywood contemporáneo. Por su parte, In the Valley of Elah sirve de lienzo para los geniales brochazos histriónicos de Tommy Lee Jones, como un padre que investiga la muerte de su hijo soldado tras regresar de Irak. Muy al estilo de Costa-Gavras (la referencia obvia es Missing), Haggis teje un fino hilar que a la vez sirve de thriller competente y de desoladora anatomía (¿autopsia?) de un personaje. Es, además, un indictment del aparato de guerra norteamericano y la manera en que hiere de muerte tanto a sus enemigos como a los suyos. Quizás un poco melodramática, sí, pero a contracorriente y mucho más cercana al ánimo de Million Dollar Baby (el guión es de Haggis) que a Crash.
Clooney y Haggis: ojalá hubiese más voces como las suyas, la contracorriente inteligente.
17.8.08
16.8.08
..:: biósfera 2 ::..
..:: esto no es un insomnio ::..
me duele la espalda: la presión nace de la última vértebra, casi en el coxis, y sube hasta la nuca, la base del cráneo, ese punto del que pende la vida. despierto: me creo, una vez más, como toda la semana, víctima del insomnio. pero no: son las siete de la mañana. de hecho, dormí más de lo habitual, 1:45 más. me tropiezo por el pasillo, preparo la cafetera, me tumbo en un sillón, tomo mi ipod y escucho a nick drake, suena black eyed dog y acaricio la cabeza de rothko, mi schnauzer, un schnauzer que no ladra como los de su raza, que de ser humano tendría la voz de jeremy irons y sería algo así como un lord o un crítico o un mayordomo inglés. busco una revista: jessica simpson se rasura en la portada de esquire. leo una ficción, "april 20, 2008", y me reconforta toparme con uan voz nueva, la de benjamin percy, que se parece a la del tipo que vivió en méxico y ganó el booker con vernon god little... ¿cómo se llama?... demasiado cansancio para buscar la laptop, sobre la que ahora escribo, y googlear su nombre. es un nombre como de cantante de blues o de aristócrata sureño... lo busco, ahora: dbc pierre, se llama. es australiano, no gringo, pero la novela pasa toda en esa américa violenta que los extranjeros suelen imaginar. pienso en boris vian y su "I spit on your graves"... la leí rumbo a nueva york, un día antes de entrevistar a ese borracho simpático que es Russell Crowe. fue un dia antes de que él le lanzara un teléfono al inepto recepcionista: un día antes de que la prensa se lo comiera vivo por hacer algo que todos, confesémoslo, hemos querido hacer alguna vez. si alguien es estúpido, o huevon, o imbécil por el simple placer de serlo, por el simple regodearse en la mediocridad, dan ganas de golpearlo, de tener un día de furia, de mandarlo a la chingada sin miramientos. pero si lo haces, el mundo te condena. termino de leer la historia, que también me recuerda a un poema de martín espada que trata también de un janitor. suena la cafetera, está listo el café. rothko me reclama más palmadas en la cabeza. rothko, antes de vivir acá, vivía con un chivo en una azotea. true story. el chivo le pateaba la nariz y lo adoptamos con la nariz rota. ahora es feliz, espero creer, y cada día es más humano. el departamento huele a pintura fresca, un olor un tanto dulce, un tanto de panadería. despierto, escribo esto, me preparo para el día, para el vacío que es el sábado, para el dulce abismo que es el no tener que trabajar.
14.8.08
"The things that you own, end up owning you".
Qué cierto es esto... me lo recuerda el estado de cuenta de la tarjeta de crédito cada mes.
12.8.08
11.8.08
..:: the edwards affaire ::..
En la política nada es fortuito. Si estábamos esperando un as bajo la manga en la contienda presidencial de Estados Unidos, es éste: se acaba de revelar –porque, recordemos, la cama es un campo de batalla en la política estadounidense– que John Edwards cometió adulterio durante los albores de su reciente campaña por la presidencia, en 2006. Como bien sabe Bill Clinton, el acostarse con otra mujer y ser, a la par, uno de los portadores de los ideales de un pueblo de mentalidad mojigata pero acciones no tanto, como Estados Unidos, no es una buena combinación. Además, a la esposa de Edwards le acababan de detectar un cáncer incurable.
Pero a qué viene a cuento con la álgida y muy cerrada contienda entre Barack Obama y John McCain. En principio, Edwards sponsoreó a Obama, y como sabemos los republicanos son expertos en eso del guilt by association. Segunda, y más importante, el factor Clinton. Si de por sí las huestes del Partido Demócrata ya están polarizadas tras las primarias, este secreto revelado las separará aún más. Cuando a inicios de año se realizó el caucus en Iowa, el destino de Clinton y Obama se selló. Fue entonces que el "Yes we can" se tornó en una realidad, en un sueño posible. Obama quedó en primer lugar, Edwards en segundo y Clinton en tercero, atrás de John por apenas dos décimas. Si el "Edwards affaire" se hubiera dado a conocer antes, muy posiblemente Hillary hubiese arrasado en Iowa, pues sus votantes y los de Edwards tienen el mismo perfil demográfico. El momentum habría sido suyo, y Obama hubiese tenido que asumir la posición del underdog, un lugar que, dado su caracter un tanto mesiánico –con lo poco bueno y lo mucho malo que esto implica–, no le queda, no sabe manejar.
Aún espero que gane Obama, pero los juegos políticos comienzan a adquirir un rostro. Habrá escándalos como éste, habrán broncas raciales, habrán amenazas de muerte. Gane o pierda, Obama correrá el riesgo, además, de convertirse en una caricatura de sí mismo. O es el tipo que todos esperamos, aquel líder con cierta calidad moral y un judgment de hombre sabio, o es un Stalin en potencia, si es que se deja llevar por el ego y la reivindicación racial. La historia, y los muertos, tendrán la última palabra.
Yo, por lo pronto, me uno por primera vez a los optimistas, aunque la realidad dicte otra cosa. Yes-We-Can.
7.8.08
4.8.08
Ofrece chef disculpas por recomendar hierba venenosa |
EFE El Universal Londres Lunes 04 de agosto de 2008 |
Antony Worrall Thompson recomendó por equivocación en una revista una planta alucinógena que puede ser mortal |
Un conocido cocinero británico, Antony Worrall Thompson, tuvo que pedir hoy disculpas después de recomendar por error una hierba venenosa en una receta para ensaladas publicada en el último número de la revista Healthy & Organic Living. Worrall, actualmente de vacaciones en España, sugirió en una entrevista añadir unas hojas de beleño negro (Hyoscyamus niger) -una planta alucinógena que puede ser letal- a las ensaladas para hacerlas más interesantes con plantas silvestres. La revista se dio cuenta del desliz e inmediatamente publicó en su versión digital un aviso a los lectores de que ignoraran la recomendación al tratarse de una planta "muy tóxica que jamás debiera comerse". En declaraciones a la agencia británica PA, Warrall dijo hoy que confundió el beleño negro con una planta comestible que en inglés tiene un nombre parecido, llamada en latín Chenopodium album. "Estaba pensando en una planta de nombre similar, no en esta hierba. (El error) es un poco embarazoso, pero no ha habido noticias de ningún afectado. Por favor, transmitan mis disculpas", declaró el cocinero. La directora de la revista, Kate Collyns, señaló que, además del aviso colgado en internet y de enviar una carta a los suscriptores, piensa publicar una rectificación en su número de octubre, junto con una disculpa del "chef", conocido especialmente por sus programas de televisión.
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