16.8.08

..:: esto no es un insomnio ::..







me duele la espalda: la presión nace de la última vértebra, casi en el coxis, y sube hasta la nuca, la base del cráneo, ese punto del que pende la vida. despierto: me creo, una vez más, como toda la semana, víctima del insomnio. pero no: son las siete de la mañana. de hecho, dormí más de lo habitual, 1:45 más. me tropiezo por el pasillo, preparo la cafetera, me tumbo en un sillón, tomo mi ipod y escucho a nick drake, suena black eyed dog y acaricio la cabeza de rothko, mi schnauzer, un schnauzer que no ladra como los de su raza, que de ser humano tendría la voz de jeremy irons y sería algo así como un lord o un crítico o un mayordomo inglés. busco una revista: jessica simpson se rasura en la portada de esquire. leo una ficción, "april 20, 2008", y me reconforta toparme con uan voz nueva, la de benjamin percy, que se parece a la del tipo que vivió en méxico y ganó el booker con vernon god little... ¿cómo se llama?... demasiado cansancio para buscar la laptop, sobre la que ahora escribo, y googlear su nombre. es un nombre como de cantante de blues o de aristócrata sureño... lo busco, ahora: dbc pierre, se llama. es australiano, no gringo, pero la novela pasa toda en esa américa violenta que los extranjeros suelen imaginar. pienso en boris vian y su "I spit on your graves"... la leí rumbo a nueva york, un día antes de entrevistar a ese borracho simpático que es Russell Crowe. fue un dia antes de que él le lanzara un teléfono al inepto recepcionista: un día antes de que la prensa se lo comiera vivo por hacer algo que todos, confesémoslo, hemos querido hacer alguna vez. si alguien es estúpido, o huevon, o imbécil por el simple placer de serlo, por el simple regodearse en la mediocridad, dan ganas de golpearlo, de tener un día de furia, de mandarlo a la chingada sin miramientos. pero si lo haces, el mundo te condena. termino de leer la historia, que también me recuerda a un poema de martín espada que trata también de un janitor. suena la cafetera, está listo el café. rothko me reclama más palmadas en la cabeza. rothko, antes de vivir acá, vivía con un chivo en una azotea. true story. el chivo le pateaba la nariz y lo adoptamos con la nariz rota. ahora es feliz, espero creer, y cada día es más humano. el departamento huele a pintura fresca, un olor un tanto dulce, un tanto de panadería. despierto, escribo esto, me preparo para el día, para el vacío que es el sábado, para el dulce abismo que es el no tener que trabajar.

2 No comments?:

David Miklos dijo...

Pobre Rothko: si yo fuera perro, me gustaría ser más perro y menos humano, cada día. Tanto que aprender de los animales. Pero no: los cazamos, los domesticamos, los transformamos en algo que no son: humanos. Te recomiendo leer La última partida, de Gerardo Piña, cuyo eje es una rebelión animal (muy distinta a la de Orwell). Antiutopía pura. O Utopía... Nevermind. ¡Ah, verdad!

César Albarrán Torres dijo...

Oh, zootopía.