Camino por el departamento. Pocas veces en un sueño los espacios son tal y como se perciben en la realidad, pero éste era uno de esos casos. Todo estaba a media luz: la electricidad iba y venía, los focos se reventaban. En el estudio, mi iMac olía a quemado, víctima de los cambios de voltaje. La luz del estacionamiento se prendía y apagaba, como una estrella. Pensaba en la información que perdía en mi computadora, pensaba en la tele y sus mecanismos calcinados. Pensé, incluso, en el río de chispas dentro de las paredes. La luz, pues.
30.8.08
Camino por el departamento. Pocas veces en un sueño los espacios son tal y como se perciben en la realidad, pero éste era uno de esos casos. Todo estaba a media luz: la electricidad iba y venía, los focos se reventaban. En el estudio, mi iMac olía a quemado, víctima de los cambios de voltaje. La luz del estacionamiento se prendía y apagaba, como una estrella. Pensaba en la información que perdía en mi computadora, pensaba en la tele y sus mecanismos calcinados. Pensé, incluso, en el río de chispas dentro de las paredes. La luz, pues.
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